El jueves por la mañana faltaron un par de profesores en el instituto. Me tocaba guardia y entré en uno de los grupos. El alboroto inicial habitual. El orden pronto. Difícil situación con un par de chicos que tenían demasiadas ansias de protagonismo, pero resueltas de forma más o menos airosa. Paz durante la hora. Doy vueltas por el aula mientras ellos leen, o hacen que leen, y yo dejo que cada cual sea quien decida sus propias equivocaciones o aciertos, siempre que permita los de los demás. Me fijo distraídamente en las mesas, y en los libros que hay sobre ellas, y en el resto de cosas. Entonces, reparo en algo que no se me hubiera ocurrido: en el estuche de lápices de una de las niñas (catorce años) hay escrito en letras grandes y claras una frase. Dice "soy puta y no cobro". Y yo pienso:
¿En qué nos estamos equivocando?